Nico Riera, que se hizo famoso como un Teen Angels y por su romance con Silvina Escudero, cuenta cómo se puede ser hincha de Tigre y de Banfield: “No tengo problemas porque cuando uno sube el otro baja, ja”. Dice que juega parecido a Caniggia y que banca a Gorosito en el Matador.
-Sos de Tigre y Banfield, ¿se te complica repartir el corazón? -No, porque cuando uno sube el otro baja, ja. Soy de Tigre porque es del barrio y ahí están mis amigos; y de Banfield para acompañar la decisión de mi viejo. Me gusta cuando están en la misma categoría. Aunque no sea fanático a muerte disfruto de ver a quienes la vida les pasa por su equipo y arman banderas, inventan cantitos y van y cantan como si fuera un trabajo… Esa garra me emociona.
-¿Por eso acompañas a tus amigos a Tigre? -¡Sí! Cada uno tiene su locura, juntas se potencian y yo potencio el disfrute. ¿Sabés qué? El fútbol es la excusa mejor inventada para juntarse a compartir la picada y un vinito.
-¿Cómo venimos? ¿Te ganás el vinito adentro de la cancha? -¿Cómoo? Claro que sí porque estoy bien entrenado, pero hay días que juego bien y otros que me odio.
-¿Estilo definido? -¡Bien Cani! Ojo, también me lo dicen los demás y es un honor; ¡Me encantaba la personalidad de Caniggia! -¿Das indicaciones? -Afuera de la cancha, nada, pero durante el juego sí, todo el tiempo: “Largala, tocá, vení, trae...”.
-Una onda como que picoteás el cerebro...
-Ja, ja, no, lo que pasa es que cuando jugás con un profesional, como hace unos días, que jugué con Matías Giménez, ¡todo es más copado! El buen jugador te obliga a entrar a sintonía… ¿Sabés lo qué pasa? Jugué muchísimo al rugby y tengo esa cosa de juego en equipo y no me banco el egoísmo. ¿Viste que siempre hay alguien que se cree Maradona...? -¿Entonces? -¡Es que hay algunos morfones a los que hay que hablarles para que la larguen, sino después se frustran y la pasan menos porque se sienten inseguros y quieren demostrar que pueden con todo! Se trata de pasarla bien, disfrutar el juego y relajarse porque cuando eso pasa, todo sale mejor. Soy cero conflictivo y creo que uno traduce su forma de vivir en la cancha, ¿no? Yo minimizo todo y así voy jugando por la vida -Hablás del fútbol amateur, pasemos a los morfones del fútbol profesional… -Ja, ja, el jugador argentino se caracteriza por ser morfón, ojo, también está el que hace cosas distintas. Y está el que quiere hacer la personal y resulta egoísta, qué sé yo, hay jugadores como Garrafa Sánchez que hacían eso y les salía bien y a todos los amantes del fútbol nos gustaba verlo.
-¿Te dolió que Falcioni pidiera por Ervitti cuando estaba en Banfield? -No, porque estamos acostumbrados a que los buenos jugadores partan, mirá Palacio, Cruz, Zanetti...
-Gorosito tuvo un discurso súper generoso sobre Arruabarrena y Cagna ¿coincidís? -¡Ni hablar! Banco a Gorosito porque es de Victoria, ama a Tigre y la va a sufrir y luchar más desde el corazón que desde lo profesional. Es un gran avance -¿Te va aplicar el avance tecnológico durante el juego? -Y… Frente a la duda de si fue o no gol, me gustaría observar a la hinchada contenida mientras espera la decisión para ver si larga o no el grito, pero bueno, lo digo como espectador y desde mi lugar de actor, no sé si funcionaría deportivamente… ¡Es que hay tanto teatro! -¿Teatro para la risa o para el llanto? -¡Para la vergüenza! Ja, ja. Cuando ves las caídas, cómo ruedan y se tapan la cara, te dan ganas de gritarles: ¡Vení a trabajar a la tele! En el fútbol de hoy se actúa más que en Dulce Amor... Digo, cuando te dan en la rodilla te agarrás la rodilla, no la cabeza. Por eso Messi, al que le pegan mucho, y como lo hacía Diego, cuando ya no pueden correr, los tipos hacen lo posible para no caerse y seguir con la pelota.
-¿Y si trasladamos la esencia del argentino al fútbol? -¡Gritamos gol de media cancha! Acá todo se maneja tipo hinchada, onda, que te bancamos y te hacemos el aguante, o sos de Telefe o sos de Canal 13; sos de Ford o sos Chevrolet. El argentino es fútbol 100 por ciento, bien tribunero, le gusta hacer el firulete, la gambeta. Tiene pasión, locura, incoherencia, talento, todo es terrible, por todo nos queremos matar, por todo queremos luchar; en fin, si uno quiere ver cómo funciona la Argentina alcanza con ver un partido de fútbol y ya. ¿O me vas a decir que no?
